La mujer vivió, durante un largo período de la historia, una situación humillante y despreciable, porque sus derechos y su honor fueron violados. Ocupaba un lugar decadente en la sociedad, tanto que se consideraba menos que un mueble. Luego vino la luz del Islam para vencer la oscuridad, instalar el bien y la justicia y acabar con la injusticia. Así, la mujer pudo recuperar sus derechos, tomar su verdadero lugar dentro de la sociedad y finalmente respirar la brisa de la libertad. Porque el Islam se dirigió directamente a él dictándole sus deberes y dirigiéndolo hacia el bien, mientras le prometía una buena recompensa.

En esta obra, la autora presenta un panorama de la mujer en las diversas etapas de su vida y de su naturaleza. Habla de sus derechos y le recuerda sus deberes para con su hogar, su esposo y sus hijos. El autor continúa respondiendo a las dudas y equívocos lanzados sobre las cuestiones de la poligamia, el divorcio, el trabajo, el velo, la coeducación, el testimonio y la herencia en la legislación islámica. Luego, lanza un punto de vista crítico objetivo sobre la situación de la mujer en la civilización occidental moderna.